domingo, 6 de octubre de 2013


EXPRESIONISMO
Pubertad (galería Nacional de Oslo).
Pintado en 1.894 por Edvard Munch, uno de los grandes representantes del expresionismo. Su célebre cuadro pubertad representa una muchacha en el momento en que toma conciencia de una sexualidad latente, Esta obra refleja los problemas de la adolescencia, tan discutidos en la época y considerado por los bienpensantes como piedra de escándalo. La perplejidad de esta joven, que ha dejado de pronto de ser niña, convierte esta pintura en una de las obras más famosas de Munch. El artista expresa los estados de ánimo intensamente subjetivos, con frecuencia morbosos y turbadores, que tienen como finalidad explorar el mundo interior de la conciencia humana. La profundidad psicológica de estos temas no podía ser expresada con una técnica realista y por ello tuvo que acudir a los colores puros y a la distorsión de las líneas y de las figuras. Los temas de Much fueron casi siempre la enfermedad, el alcoholismo, la dolorosa soledad de la adolescencia y de la vejez, el ansia de amor insatisfecho, la decepción y la angustia. Según escribió en su propio diario, Much se proponía con todos estos cuadros, pintados entre 1.890 y 1.908, realizar un gran “friso de la vida humana”.

ARTE COLOMBIANO

(Colección Ortiz-Salazar) Museo de arte del Tolima
Pintado por Darío Ortiz Restrepo, artista plástico; tolimense nacido en el año 1.968 en la ciudad de Ibagué, uno de los  fundadores del Museo de arte del Tolima.
El artista nos lleva inevitablemente al voyerismo, con esas imágenes inmersas en la semipenumbra de la intimidad, la soledad y el erotismo, dónde el hombre y el artista se confunden muchas veces con……. ¿las escenas? ¿Personajes?, ¿el mismo?. Escoge colores opacos: cafés, negro, azul oscuro. Su obra se concentra en la figura humana y el desnudo con una particular predilección por el claro oscuro y el “cameo”, sus composiciones son renacentistas pero con la intromisión de figuras humanas del nuevo siglo, plagadas de cuerpos perfectos y turgentes cirugías estéticas dónde su propia persona aparece repetidas veces como actor o espectador de escenas muy logradas en el estilo y en algunos casos con una extraña dinámica.
Sin duda Darío Ortiz es un viajero del arte plástico contemporáneo y del arte colombiano con autonomía y vigor poético.

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